Profesora Alejandra Zúñiga participa en seminario sobre proceso constituyente

El pasado martes 04 de agosto nuestra investigadora responsable Alejandra Zúñiga Fajuri participó como expositora en el semanario online “Retomando el proceso constituyente” organizado por la Asociación por las Libertades Públicas y EstadoDiario. El seminario abordó el proceso constituyente que atraviesa el país y en particular el plebiscito del próximo 25 de octubre y los temas que debiesen ser discutidos en una nueva constitución.

La actividad contó con la participación de Gabriel Osorio, miembro del comité técnico encargado de implementar el plebiscito del próximo 25 de octubre y Constanza Hube, profesora de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Chile. El encuentro fue moderado por Elisa Walker, asociada por las Libertades Públicas y fue transmitido por las redes digitales de EstadoDiario.

En su exposición, la profesora Zúñiga reflexionó sobre el contexto mundial en que se va a realizar el plebiscito y cuál es su relevancia para las mujeres en Chile. En este sentido, destacó que “la emergencia sanitaria está provocando impactos específicos sobre las mujeres que vienen a profundizar las desigualdades de género existentes, tanto dentro de los hogares como fuera de ellos. Ese impacto es más patente en Latinoamérica, región en donde las tasas de desempleo femenino han aumentado críticamente, a la vez que muchas de ellas han debido postergar su reinserción al mercado laboral para ejercer labores de cuidado de personas dependientes”.

“Las cifras muestran que las mujeres realizan tres veces más trabajo de cuidado no remunerado que los hombres y que el cuidado de los familiares con el virus ha aumentado drásticamente su carga. Los datos vaticinan que en todo el mundo la independencia de las mujeres será una víctima silenciosa de la pandemia, puesto que a medida que los sistemas de salud colapsan, más personas con covid necesitarán cuidados en el hogar, lo que aumentará su carga general de trabajo. Además, como las pandemias exacerban todas las desigualdades existentes, el aislamiento de los hogares seguirá desplazando el trabajo de cuidado desde la economía remunerada a la no remunerada”.

A pesar de este desalentador panorama, nuestra investigadora cuestionó si acaso es posible que esta crisis nos ofrezca también una oportunidad para concretar cambios en la dirección correcta. Sobre el punto, señaló que “es difícil encontrar efectos positivos del distanciamiento físico, pero varios estudios muestran que la nueva realidad del trabajo remoto puede permitir atraer a más mujeres a los espacios públicos. El uso extendido de la videoconferencia ha hecho que más personas hoy se sientan cómodas con este nuevo formato de reuniones y encuentros virtuales, y los estudios muestran que si antes de la crisis del covid-19 era normal que muy pocas personas asistieran a eventos en línea, hoy nos hemos acostumbrado a ver una extraordinaria participación en estos espacios, y lo que es mejor, una enorme participación femenina”.

Así, “el llamado teletrabajo que nos ha permitido acortar las distancias y colaborar cotidianamente con personas ubicadas en cualquier rincón del país y en los horarios más flexibles, puede ser una oportunidad para mejorar la vida de las mujeres, puesto que hoy el espacio público se desarrolla en gran medida desde el espacio privado. Por ello, la industria, las empresas y la política debiesen cambiar radicalmente, permitiéndonos que el teletrabajo nivele al menos un poco el campo de juego. Así como las empresas se han dado cuenta de que pueden operar sin problemas con un personal completamente remoto, generando arreglos de trabajo más flexible, es de esperar que, al definir el funcionamiento y los procesos de participación de la futura convención constituyente o convención mixta, esta nueva realidad sea tomada seriamente en consideración”.

“Para las mujeres que tienen una parte desproporcionada de las responsabilidades de cuidado, de niños, enfermos y ancianos, esto podría hacer una enorme diferencia. No importa en qué lugar del país vivamos, ni cual es la carga doméstica, puedes aspirar a participar e incluso formar parte de la futura convención constituyente, puesto que vamos a aprovechar estos importantes cambios tecnológicos y culturales generados por la pandemia para garantizar que el trabajo y el funcionamiento de la convención se haga de manera remota, facilitando la inclusión de quienes de otro modo no podrían tener voz en este trascendental proceso democrático”.

Para finalizar, la profesora Zúñiga dejó planteadas dos interrogantes. La primera, ¿será posible que esta sea la primera constitución del mundo, no solo hecha en un 50% por mujeres, sino que con mujeres que tengan verdaderamente garantizada su participación?, y la segunda, ¿vamos a aprovechar los cambios radicales en nuestro modo de vida impuestos por la pandemia para construir entre todos un nuevo pacto social realmente inclusivo? Frente a ellas expreso que “todo es posible si hay voluntad, y creo que depende de nosotros avanzar por el camino correcto y hacer posible lo que en otro momento habría sido impensable”.

Otras exposiciones

En su exposición, Gabriel Osorio señaló que “si bien hubo quienes pensaron que a propósito de la pandemia la discusión constitucional iba pasar a un segundo plano, a mi juicio pasó todo lo contrario, porque la pandemia ha puesto sobre la mesa la pregunta sobre qué forma de Estado queremos tener”.

“El proceso constituyente está aun en construcción, es un acuerdo político mucho mas complejo que el acuerdo del 15 de noviembre. Si bien este proceso se vio pausado por la pandemia, esta última ha demostrado que los temas constitucionales afectan la vida diaria de las personas. Hay temas pendientes del proceso constituyente que se están discutiendo actualmente, como los escaños reservados para pueblos indígenas y el financiamiento, además de las reformas electorales necesarias para que las personas puedan ejercer su derecho a voto de forma segura en medio de esta crisis sanitaria”.

Por otro lado, la profesora Constanza Hubo abordó las expectativas ciudadanas frente al proceso constituyente desde tres perspectivas: la relación que la ciudadanía atribuye entre una nueva constitución y una mejor calidad de vida; los cortos tiempos en que esta espera quede resuelto el tema constitucional, y su participación en el proceso constituyente. Frente a ello señaló que “es relevante ser conscientes de que las expectativas ciudadanas respecto de una nueva constitución son altas y aunque el cambio constitucional pueda ayudar a destrabar algunos conflictos o hacer posibles determinadas reformas, lo cierto es que la mayoría de dichas expectativas no van a quedar satisfechas por un buen tiempo, con o sin una nueva constitución. En este sentido, quienes participamos del debate constitucional, enfrentamos el desafío de moderar y ajustar las expectativas de la ciudadanía, las que pueden quedar profundamente frustradas si este proceso no genera los efectos que se pretenden”.

Puedes acceder al registro íntegro del seminario en: https://www.youtube.com/watch?v=kw2FweSxS_8.

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