Durante las últimas décadas, se ha instalado con fuerza en el ámbito político criminal la práctica de usar el derecho penal como una herramienta para abordar una amplia gama de problemas sociales. Sobre esta base, la literatura ha observado cómo los ordenamientos jurídico-penales han mutado hacia modelos de criminalización diseñados en clave peligrosista, dando cuenta de una intensa actividad legislativa que se orienta tanto por los imaginarios sociales que pesan sobre la delincuencia, cuanto por la comprensión de la prisión como respuesta prioritaria para enfrentarla.
En contextos de crisis, esta consideración del derecho penal como panacea tiende a manifestarse con meridiana claridad. En primer lugar, se manifiesta a partir de la generación de una normativa penal de emergencia que, muchas veces desvinculada del principio de protección exclusiva de bienes jurídicos, es exitosa reduciendo los ámbitos de libertad de la ciudadanía, pero no tanto en relación a los efectos de la crisis que pretende contener. En segundo lugar, se manifiesta a propósito del incremento que suelen experimentar las tasas de encarcelamiento, evidenciándose no sólo un relajamiento de las garantías derivadas del debido proceso, sino también una práctica punitiva que se orienta hacia el control de la disidencia. Con todo, lejos de contribuir a la superación de la crisis, desde las ciencias penales la literatura ha evidenciado que estos efectos constituyen el resultado de un consenso social que, fundado en la inseguridad y el miedo, es altamente funcional a la idea de gobernar a través del delito (Simon, 2011).
En este escenario, las XVII Jornadas Nacionales de Derecho Penal y Ciencias Penales, tienen por objeto convocar a la comunidad académica especializada a discutir en torno a las mutaciones que ha experimentado el derecho penal chileno, especialmente a partir de la crisis institucional iniciada con el “estallido social” de octubre del 2019 y profundizada por los efectos de la pandemia producida por el COVID-19 desde el 2020. Todo lo anterior, de cara también al momento constituyente que afrontamos, que es también uno de crisis en el sentido de representar la posibilidad de un cambio de consecuencias importantes, en el marco del cual entendemos fundamental el aporte a realizarse desde el derecho penal y las ciencias penales.
Es así como se han previsto tres complejos de temas como objeto principal de esta convocatoria:
- Derecho penal, ciencias penales y constitución.
- Derecho penal, ciencias penales y el denominado “estallido social”.
- Derecho penal, ciencias penales y pandemia.
Estos temas no excluyen la posibilidad de participar exponiendo en las Jornadas sobre otros distintos, solo demuestra nuestra intención de prever espacios destacados para ellos. Para todas las personas, cualquiera sea el tema con el que les interese participar, lo relevante es que propongan una contribución original que dé cuenta de un trabajo científico en el ámbito del derecho penal o de las ciencias penales.
Más información: http://www.jornadaspenales.cl/